sábado, 20 de junio de 2015

Factores del clima

La climatología agrícola estudia el conjunto de factores meteorológicos que influyen en la producción de hortalizas. Estos factores son: la luz,  la temperatura, la humedad del suelo y de la atmósfera, las precipitaciones, y los vientos.

Luz


                              
                Respecto de la luz solar, las hortalizas tienen exigencias específicas con relación a la duración de la luz por día y a su penetración o intensidad.

                Según sus exigencias de duración del día o fotoperiocidad, se dividen las hortalizas en:

•             Hortalizas de día largo, de gran cantidad de  horas de luz por día.

•             Hortalizas de día corto, poca cantidad de horas de luz por día.

•             Hortalizas indiferentes a la duración del día.



               
                Desde el punto de vista de la producción, en la mayoría de las hortalizas, la respuesta fotoperiódica más importante es la floración, ya sea para la obtención del producto hortícola o para la producción de las semillas de la especie. Por ejemplo, hay hortalizas como el pimentón, el tomate que necesita mucha luz y si están en zonas de sombra las flores escasean o no se abren los capullos. Por otro lado, existen especies hortícolas que no toleran la exposición directa a los rayos solares durante todo el día, produciéndoles en las hojas quemaduras. Las hojas palidecen y pierden brillo. Hay que procurar sombrear las zonas en las que se hayan plantado especies que no requieran mucho sol. Sin embargo, mientras éste crece, se pueden emplear mallas de sombreo.
Asimismo, una escasa penetración o intensidad deficiente de la luz resulta en un crecimiento raquítico de la planta, o sea, los tallos crecen demasiado ligeros en comparación con las hojas. Una excesiva penetración o intensidad de luz puede producir quemaduras de los frutos, y causar una acumulación de almidón en las hojas. La penetración y, por consiguiente, la intensidad de luz se puede ajustar a las exigencias de las plantas mediante las siguientes prácticas hortícolas:

•             Densidad de siembra y transplante.
•             Deshoje, poda, y eliminación de chupones.
•             Raleo y deshierbe.
•             Amarrar plantas como lechuga, endivia y apio.
•             Sombreo(como ya se dijo anteriormente)
•             Orientación de las hileras, norte-sur o poniente-oriente. En el último caso, las plantas reciben más luz.

Temperatura

                Los factores climáticos influyen en los cultivos y cada especie vegetal requiere de condiciones apropiadas para lograr su completo desarrollo. Los vegetales necesitan una temperatura mínima, una óptima y una temperatura media que es la más adecuada.

                El factor temperatura permite clasificar las hortalizas en dos grupos:

•             Hortalizas de clima templado, cuya temperatura varía 13 a 19 grados. Por ejemplo: papas, zanahorias, alcachofas.

•             Hortalizas de clima cálido, cuya temperatura varía entre 19 y 27 grados. Por ejemplo: pimentón, yuca, patilla.

                La temperatura incluye en el rendimiento de los cultivos. La temperatura moderadamente superior a la  ideal para un cultivo puede favorecer el rápido desarrollo de esa planta pero los rendimientos serán menores. La temperatura moderadamente inferior a la  ideal para una especie cultivada genera que el metabolismo celular de la misma  se reduzca y la planta crezca más lentamente, pero sus rendimientos se incrementaran.


Humedad del Suelo


                La mayoría de las hortalizas deben recibir abundante cantidad de agua, primero para la germinación y luego para su desarrollo. La falta de agua perjudica su rendimiento, obteniéndose cosechas escasas como también hortalizas fibrosas de mala calidad y por consiguiente poco comerciales.

                La cantidad de agua proporcionada por los riegos depende de los factores siguientes: época del año, capacidad de retención del suelo y desarrollo del follaje de las plantas.

  
Humedad Relativa



                Si la humedad del aire es muy elevada, favorece el desarrollo de enfermedades en las partes aéreas de la planta, y dificulta la fecundación.

Si la humedad es demasiado baja, durante el verano, con temperaturas altas, se produce  la caída de flores y frutos recién cuajados.

                En el caso de la planta de  pepino  la excesiva humedad relativa causa pepinos descoloridos.

Viento

                Los vientos son corrientes de aire producidos en la atmósfera debido a causas  naturales, como las diferencias de temperatura, que pueden ayudar en la polinización de las plantas. Pueden ser perjudiciales a ciertos cultivos cuando alcanzan velocidades anormales debido a que causan la caída de las flores, frutos y hasta de las mismas plantas.

                Además, el viendo seco marchita a los vegetales, el viento frío puede quemar a la planta y el viento de la costa deposita sales del mar y éstas producen quemaduras en las hojas.

                Igualmente, cabe considerar que en zonas ventosas es preciso crear cortavientos protectores como setos, láminas de brezo, cañizos, muros.


Precipitaciones

                Los horticultores, para la labranza, la siembra y las otras operaciones, necesitan saber anticipadamente si la lluvia caerá en su terreno y en qué cantidad. 
                Las lluvias pueden ser beneficiosas para los cultivos hortícolas, no obstante cada cultivo tiene una cantidad promedio de pluviosidad anual aceptable. Las precipitaciones se miden en milímetros.

                Una de las razones de la preponderancia de las lluvias para un cultivo radica en la aportación de nitrógeno a la planta y al suelo (aunque por ser volátil, el nitrógeno pronto se evapora y es poco lo que las raíces de la plantas logran absorber).

                Un cultivo que reciba más lluvia del promedio anual que acepta puede tener problemas de enfermedades fungosas.


Granizo

                Hay casos cuando se presentan “lluvia de granizo”. Las granizadas son muy destructivas. En plantas ornamentales provocan defoliación y marcas en hojas y tallos por donde pueden entrar a continuación hongos y bacterias. Se sugiere pulverizar con un fungicida antibotritis al día siguiente de una granizada para prevenir la infección de las heridas por el hongo Botritis.

                Otras veces las lluvias pueden hacer quitar las flores de  hortalizas, en donde estas son fundamentales para la producción. En caso de calderetas las plantas hortícolas pueden sufrir muchos daños e incluso la pérdida de la cosecha.

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